miércoles, 8 de septiembre de 2010

No es persona sin su café (revisitado)



Detiene el despertador a golpes —ella, yo no uso, lo confesé muchos párrafos ha—, se sumerge entre almohadas y saborea semidormida seis o siete aclimatantes minutos hasta convencerse de que el tiempo no se estira tanto como ella. Enciende alguna lámpara y, descalza, avanza hacia la cocina. Más luz, ahora de fluorescente. El sol tarda algo aún. Una taza, leche semidesnatada y el ineludible brebaje resucitador y excitante. Diríase que el filtro de la cafetera hubiera estado conservando aletargada nuestra consciencia, y la devolviese luego infundida, reforzada con cafeína, para soportar el telenoticiero matinal... o el resto del día.

3 comentarios:

  1. Tío, te has vuelt poeta. Genial. Corto pero muy bueno.

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  2. Yo no lo hubiera dicho mejor que arg asi que me agarro al mas grande para anadir :

    ¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
    en mi pupila tu pupila azul.
    ¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?
    Poesía... eres tú.

    Y quizas querias escribir algo largo, cuando es lo corto, como cortos somos nosotros, por humanos, tu arte y esencia

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  3. Me gustan tus escritos, asi que pase a dejarte mis felicitaciones ^^

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