Leo —recomendable— que unos psicólogos han establecido una correlación entre lo buenos que pensamos que somos y la capacidad que tenemos para autoevaluarnos objetivamente.
Tristemente, es inversamente proporcional.
Para demostrarlo, pidieron a unos
humoristas que contaran chistes ante un grupo formado por ellos mismos y otras personas.
Después, evaluaron las actuaciones de los demás y la propia, comparada con el
resto. Hubo otras pruebas —y calificaciones— más objetivas, de lógica y gramática.
Sin minusvalorar
la autoestima de cada cual —redundancia—, demostraron que somos los peores jueces
de nuestras cualidades.
Cuanto menos vales, más exageras, por pura incapacidad para puntuarte.
Cuanto menos vales, más exageras, por pura incapacidad para puntuarte.