martes, 26 de diciembre de 2017

Así es, tenía que suceder


Hoy un par de minutos —no más— se llenaron de vacío en mi lista de tareas urgentes y la procrastinación dio paso a la elucubración, sin pasar por la masturbación, casi todas ellas acciones naturalmente improductivas, como malear plastilina. Sabes que lo que manoseas tendrá, al terminar, el único valor artístico de haberte relajado y lo aplastarás para dedicarte a cualquier otra labor.
Aquí pulsaré «Publicar», y, como lo que he tenido entre los dedos no es más que un material virtual (¿contradicción?), no me importará que se guarde para el futuro en alguna memoria de la nube. Me gusta.

martes, 15 de diciembre de 2015

Cuanto más inepto, más listo te crees que eres



Leo —recomendable— que unos psicólogos han establecido una correlación entre lo buenos que pensamos que somos y la capacidad que tenemos para autoevaluarnos objetivamente. 

Tristemente, es inversamente proporcional.

Para demostrarlo, pidieron a unos humoristas que contaran chistes ante un grupo formado por ellos mismos y otras personas. Después, evaluaron las actuaciones de los demás y la propia, comparada con el resto. Hubo otras pruebas —y calificaciones— más objetivas, de lógica y gramática.

Sin minusvalorar la autoestima de cada cual —redundancia—, demostraron que somos los peores jueces de nuestras cualidades. 

Cuanto menos vales, más exageras, por pura incapacidad para puntuarte.

lunes, 20 de julio de 2015

Mayoría insuficiente



Mayoría de edad, física, nominal, de calendario, de golfería, de disgustos, de desamores, de sinsabores, de destrozos, de engaños, de distancia, de intranquilidades, de incertidumbres, de inquietudes, de descalabros, de mentiras, de sinvergonzonerías, de insinceridad, de reintentos, de apariencias, de realidades, de desesperación, de logros, de fracasos, de fracasos, de fracasos. 
Quede esto escrito, para borrarlo algún día, y olvidar, porque tu cerebro alcance a tu cuerpo atlético, y los golpes recibidos te devuelvan a nosotros. Nadie pide que devuelvas lo que se te dio sin pedirlo. Te lo hemos dado todo, y más, a fondo perdido, pero perdemos fondo.

miércoles, 6 de mayo de 2015

Escenarios sin guion



Se hace tarde, la batalla se pierde por momentos. Lo dicen los expertos.

No hay más margen para la recomposición. Su cabeza lucha perdida. Su cuerpo, aún resiste, es joven y fuerte, pero ya pide hipoteca diaria a las sustancias: neuronas contra músculos en desgaste.
Los demás no podemos sucumbir. Darse contra la pared existe. Una y otra vez. Habrá daños. Sin sangre, confiamos, pero con mucho dolor.
Los escenarios empiezan a descontarse: cunetas, prisiones, rehabilitación, fianzas, juicios, hospitales... Desgarrante panorama.
La paciencia es un lujo consumido hace años. No queda ni de reserva. Se agotó sin hallar la solución.

lunes, 1 de abril de 2013

El líder hortelano



Si el líder indiscutible se empeña en llevarnos al huerto, —ya salió la política, aunque un líder puede serlo de otras cosas—, lo más probable es que lo consiga.
¿Cómo? o mejor, ¿por qué?
Porque si es «líder indiscutible», significa dos cosas 1) nos dirige y 2) nadie osa plantarle cara.
No obstante, me querría detener ahora en la segunda parte de la afirmación, la del huerto, y plantear abiertamente ¿tienen huerto todos los dirigentes? ¿qué cultivan? ¿a qué viene tanto interés por llevarnos a conocerlo?

Por último, si consiguen su propósito ¿querremos atraer hasta allí a más gente?

domingo, 31 de marzo de 2013

Sobran horas, pero falta tiempo para el sosiego



Cuento hasta diez, y no consigo descabrearme. Hasta veinte, y tampoco; además, nunca llego, porque mi mente cambia enseguida a otro tema, también muy irritante: he de recoger los restos de la fiesta de anoche. 
Para colmo, alguien me afanó una hora de sueño para ahorrar energía.
Me refugio en twitter, y peor, los TT son larguísimos, insulsos, de fútbol, o del puñetero granhermano que todo lo ve.
Aún me queda la respiración abdominal... uno, dos, ... quince segundos para inspirar, otros quince para espirar. Me mareo. 
¿Cuál era el motivo del disgusto? se me ha pasado. 
Redactar posts sosiega. 

sábado, 30 de marzo de 2013

Sed fugit interea fugit irreparabile tempus



—    En tal caso, espabila, no sea que se te escape el tren, le dijo su hermana.
—    Tranquila, aún es pronto, y no hay casi tráfico. Llegaré a tiempo, y todavía me sobrará para tomarme un café.
Era obvio que Juan no se estresaba por nada, ni siquiera aquel día, en que recibió la llamada de su superior, que lo apremiaba a presentarse a un capítulo urgente de su congregación en plenas vacaciones.
Había llegado su hora, y él lo sabía.
No necesitaba correr, porque lo esperarían, sin duda. Los tiempos eclesiásticos se miden con otros relojes. Pronto cambiaría su vida.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Momentos dados


En un momento dado, todo es posible. 
Distinto sería que fuera prestado, alquilado o comprado, porque entonces habría que devolverlo o pagar por él, y lamentar su escasa rentabilidad, su breve duración, o su baja intensidad, entre otras variables. 

¿Cabe medir un momento en términos monetarios o estadísticos?

Lo bueno que tienen los momentos dados, es que sirven incluso para perderlos, sin más pretensiones.

Recomiendo, no obstante, aprovechar los momentos dados, so pena de que llegue uno, no menos dado, en el que tengamos que empezar a comprarlos, alquilarlos o pedirlos prestados, para recordar cómo eran, cuando teníamos de sobra.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Todo depende


¿Parado? ¿levantado? ¿empalmado? ¿qué tienen que ver entre sí estas palabras, Maestro? 
Como siempre, amigo mío, depende —respondió el sabio—, si las dices en algún país de Hispanoamérica, la primera incluye a las dos segundas, y deberás usarlas con cautela.
En nuestra tierra, europea aún, hoy hemos visto cómo sufrir la primera condición conlleva casi necesariamente, por indignación, fatalidad, ere, o impulso sindical, a la segunda; siempre que no seas un liberado, que puedes darte el gran lujo de levantarte, empalmado, si eres varón, pero difícilmente parado, gracias al blindaje que tu condición de luchador por los derechos te proporciona.

martes, 13 de noviembre de 2012

Hipotecas sin aliento


Cuando el pasmo y el horror llegan a niveles que se desbordan por todos los poros del entendimiento, los gobernantes deciden ponerse el gorro de la falsa solidaridad para intentar taponar el reguero de votos que se les escapan por la hipoteca abajo.
A buenas horas, billetes verdes, los que llegaron por cientos de millones, inyectados antes de que ninguna cuenta de resultados se tirase por el balcón. Demasiado tarde, amigos, para encontrar una mesa y tratar de solventar lo irreversible.
Aterroriza pensar que las vidas autosegadas se conviertan en la forma de presión social del nuevo-viejo siglo XXI.

domingo, 5 de febrero de 2012

Fuera del tiesto

Sacaré los pies del tiesto, pero no me resfriaré, porque encontraré otros muchos, muy pegados entre sí, agobiados, solidarios en su rebeldía, como formando una imagen imposible de Escher, pie contra pie, pie contrapeado, pie retranqueado; sin estridencias, pero con gran contundencia, pues seguro que antes eran cabezas —todo cobrará sentido: pies y cabeza—, las mismas que se peinaban con el agua y el peine común que alimentaba la maceta, en apariencia saludable para los pies que aún no hubieran decidido salir del barro protector y acogedor que los cultivaba, hasta acabar sirviendo de abono de los recién llegados.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Vales griegos


Grecia reparte vales para alimentar a sus futuros contribuyentes, que se desmayan de hambre en la escuela. 
Los maestros explican matemáticas, lengua, filosofía, sin dejar de preguntarse qué contaron mal a los padres de estos pequeños helenos para llegar a la necesidad de cambiar papelitos por leche o galletas financiados por iglesias, ayuntamientos y empresas.
De pronto, la memoria más arrinconada me trajo el sabor a pobre —entonces no apreciábamos ese matiz— de una leche aguada en el patio del colegio, hace casi cinco décadas.
Los maestros enseñan geografía, pero no pueden explicarse Europa, ni la desnutrición de sus pupilos.

martes, 31 de enero de 2012

Nada


Primero, no había nada.
Después, llegó alguien, que se vio rodeado de nada. Pero ese alguien se aburría. 
Se acercó alguien más, y ambos empezaron a sentir cómo nada los unía, para nada y contra nada, aunque tampoco nada los separaba. Nada. 
Mientras se hacían a la idea, nada impedía jugar o hablar a ambos; y no pudieron ni divertirse ni dialogar, porque nada dictaba reglas muy estrictas para ambos.
Ante la abundancia de normas, pensaron que nada podría detenerlos por no hacer nada malo. 
La idea era buena, no hagas nada y nada pasará ... de largo. Y pasó.

lunes, 30 de enero de 2012

Procrastinar



A veces, la mina de las palabras esconde tesoros como este, de difícil vocalización y peor comprensión.
Tiene aspecto de delito capital, pecado infame o, como mínimo, imposible de explicar a nuestros menores, por no provocarles escándalo o inquietud antes de salir a la calle. También evoca el destino cruel de muchos animales de compañía, cuando les privamos de descendencia.
Sus elementos latinos son «pro» y «crastinus», en roman paladino del breve, «aplazar», para el futuro, claro, pues nadie aplaza nada para el pasado.
Me confieso procrastinador militante, pero me lo estoy haciendo ver, no vaya a ser.

domingo, 29 de enero de 2012

Desplumar



—Si censurar es criticar, reprobar o amonestar, ¿por qué no encuentro en ningún Tesauro la acepción «desplumar»?
—Se confunde usted, amigo, ha oído trinos y no sabe de dónde vienen.
—Ah, ¿que no es eso? No entiendo. Me explique.
—Solo será en el país de origen del tuit; además, solo es por protegernos, una o dos plumas, a lo sumo. ¿quién quiere hacer «follow» a alguien que pueda iniciar una revolución en primavera?
—Ah, ya... déjeme pensar, mmm... pues aún no lo pillo.
—Lo de pensar vaya pensando en dejarlo, será lo siguiente.
—Ah, ¡ahí le ha dao! al pajarito.

sábado, 28 de enero de 2012

Movimientos y andares




Una de las formas de demostrar el movimiento es andar, dicen. No obstante, el que afirmó eso por vez primera no cayó en que, antes de ponernos a andar, debemos levantarnos, activando —con movimientos— gran cantidad de músculos, huesos y articulaciones, sin haber dado aún el primer paso.
Obviamente, vemos que el susodicho refrán es retórica total, pero reconozco que servirá para despegar las ciberpelusas de este blog, que empezaba a quedarse deslucido, de puro abandono.
Ahora, tras calentar y movilizar los dedos y el contador de palabras, intentaré acudir más a menudo a esta cita agitadora de neuronas perezosas.

lunes, 31 de octubre de 2011

Limitaciones



Me siento impelido a escribir cien palabras para alimentar el estómago de esta bitácora. Me lo pide el cuerpo, mis seguidores, y las ganas de poner «píxel sobre fondo» algún pensamiento fugaz que, de otra forma, se iría, como en una mala mano de mus, sin más pena ni gloria.
Pasar del twitmundo a la blogosfera es como levantarte en un avión en clase turista para sentarte en el asiento de un taxi, a pesar del límite de 100 palabras que me autoimpuse, antes de surgir la adictiva comunicación piada.
No obstante, aquí también hay tope, y acabo de llegar.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Justo el dudista




A tres manzanas de su casa, tras girar la esquina del colmado, estaba el lugar más acogedor del pueblo. Justo acudía cada semana a encontrarse con otras personas similares. Cuando llegaba, debía despojarse en un banco de toda la seguridad que daba ir cubierto con convicciones de muchos colores y hechuras.
Los allí congregados —Justo lo sabía— impulsan a la humanidad, pues, como es bien conocido, el mundo avanza gracias a respuestas dadas a los dilemas más acuciantes.
Justo iba a ese mar de dudas a empaparse de incertidumbre. Así, algún día podría alcanzar alguna certeza, por discreta que fuera.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Trina, que te sigo


Trinaba por la mañana, trinaba por la noche, trinaba a todas horas.
Seguían sus trinos, aunque desafinados, cienes y cienes de trinadores divulgadores, conocedores o aficionados, para luego retrinar, sin refinar el trino ni una octava.
Poco a poco, llegaron a ser miríadas de trinantes globalizantes, de pelaje y condición muy desigual. Coro desafinado.
Si llegasen a dar con la nota de un mismo trino desgarrador destaponarían, quizás, el oído embrutecido de los dueños del alpiste y la jaula pajarística.
No obstante, los bípedos podemos estar contentos: de arácnidos pegajosos en una telaraña hemos pasado a cibercantores de 140 notas.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Redomado


Pudiera ser alguien domado dos veces, pero no, redomado significa justo lo contrario, pues se dice de alguien que tiene una cualidad negativa en grado muy elevado: si es un embustero redomado, es que es mentirosísimo; si es un puerco redomado, es que es un cerdo de campeonato, y así, sucesivamente.
Como contraste, el diccionario también dice que redomado es alguien cauteloso, ladino, astuto o sagaz. De nuevo, ante el dilema semántico, pues si me encuentro con un redomado perillán, y se lo llamo, tendré dos problemas: 1) que me considere un viejo pedante y 2) explicarle el doble elogio.