En un momento dado, todo es posible.
Distinto sería que fuera prestado, alquilado o comprado, porque entonces habría que devolverlo o pagar por él, y lamentar su escasa rentabilidad, su breve duración, o su baja intensidad, entre otras variables.
¿Cabe medir un momento en términos monetarios o estadísticos?
¿Cabe medir un momento en términos monetarios o estadísticos?
Lo bueno que tienen los momentos dados, es que sirven incluso para perderlos, sin más pretensiones.
Recomiendo, no obstante, aprovechar los momentos dados, so pena de que llegue uno, no menos dado, en el que tengamos que empezar a comprarlos, alquilarlos o pedirlos prestados, para recordar cómo eran, cuando teníamos de sobra.