domingo, 25 de noviembre de 2012

Momentos dados


En un momento dado, todo es posible. 
Distinto sería que fuera prestado, alquilado o comprado, porque entonces habría que devolverlo o pagar por él, y lamentar su escasa rentabilidad, su breve duración, o su baja intensidad, entre otras variables. 

¿Cabe medir un momento en términos monetarios o estadísticos?

Lo bueno que tienen los momentos dados, es que sirven incluso para perderlos, sin más pretensiones.

Recomiendo, no obstante, aprovechar los momentos dados, so pena de que llegue uno, no menos dado, en el que tengamos que empezar a comprarlos, alquilarlos o pedirlos prestados, para recordar cómo eran, cuando teníamos de sobra.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Todo depende


¿Parado? ¿levantado? ¿empalmado? ¿qué tienen que ver entre sí estas palabras, Maestro? 
Como siempre, amigo mío, depende —respondió el sabio—, si las dices en algún país de Hispanoamérica, la primera incluye a las dos segundas, y deberás usarlas con cautela.
En nuestra tierra, europea aún, hoy hemos visto cómo sufrir la primera condición conlleva casi necesariamente, por indignación, fatalidad, ere, o impulso sindical, a la segunda; siempre que no seas un liberado, que puedes darte el gran lujo de levantarte, empalmado, si eres varón, pero difícilmente parado, gracias al blindaje que tu condición de luchador por los derechos te proporciona.

martes, 13 de noviembre de 2012

Hipotecas sin aliento


Cuando el pasmo y el horror llegan a niveles que se desbordan por todos los poros del entendimiento, los gobernantes deciden ponerse el gorro de la falsa solidaridad para intentar taponar el reguero de votos que se les escapan por la hipoteca abajo.
A buenas horas, billetes verdes, los que llegaron por cientos de millones, inyectados antes de que ninguna cuenta de resultados se tirase por el balcón. Demasiado tarde, amigos, para encontrar una mesa y tratar de solventar lo irreversible.
Aterroriza pensar que las vidas autosegadas se conviertan en la forma de presión social del nuevo-viejo siglo XXI.