Estas crónicas no tendrán precio, sólo longitud: con cien palabras iré al meollo, destripando lo que merezca
serlo y loando lo que deba ser elogiado, en mi modesto entender, salvo que se piense que opinar
es un acto inmodesto por la distancia o la altura que ha de ocuparse para afrontarlo...
viernes, 19 de junio de 2009
Protestas en baja resolución
Llegan escenas de escasa calidad de las revueltas. Mal se distinguen pulseras y pañuelos verdes, símbolos del disgusto más allá de sus fronteras, aunque esta vez la lucha parece perdida de antemano.
Los celulares son notarios clandestinos y absorben en sus memorias la resaca de esperanza diluida en sangre que provocan los pseudodemócratas del minarete. Después, la red dispersa por el globo los disturbios con un aspecto pixelado, imposible de falsificar.
Es más fácil trastocar los resultados de las urnas, pero Teherán ofrece estos días una altísima resolución que circula mal por la banda estrecha de mente de sus ayatolás.
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