Estas crónicas no tendrán precio, sólo longitud: con cien palabras iré al meollo, destripando lo que merezca
serlo y loando lo que deba ser elogiado, en mi modesto entender, salvo que se piense que opinar
es un acto inmodesto por la distancia o la altura que ha de ocuparse para afrontarlo...
jueves, 26 de mayo de 2011
Retorno a la bitácora
Vuelta a la normalidad, desde la agitación, what else?
Me alejaron el electoraleo, el quinceeme, el 22eme, las revueltas árabes, mi inmersión casi fanática en twitter, y la contractura de trapecio que me odia apasionadamente.
El regreso me dirige hacia una extraordinariez que deseo como normal.
Cien días distanciado de la plazoleta de las 100 palabras, y las cosas cambiaron; nada se crea, nada se destruye, todo se transforma.
No iban a ser ellas, las cosas, una excepción.
No obstante, anomalías, haberlas, hailas siempre, y hay alguno tan pertinaz que no muda ni tirándole entre todos de sus inquebrantables cejas.
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