Estas crónicas no tendrán precio, sólo longitud: con cien palabras iré al meollo, destripando lo que merezca
serlo y loando lo que deba ser elogiado, en mi modesto entender, salvo que se piense que opinar
es un acto inmodesto por la distancia o la altura que ha de ocuparse para afrontarlo...
sábado, 26 de diciembre de 2009
Curiosidad o casualidad
«Curiosamente, tengo conmigo a la autora del libro, que ha venido para presentarlo a través de nuestros micrófonos», comenzó el locutor del programa.
Digo yo que dijo eso porque sería una circunstancia extraña, llamativa, sorpresiva o interesante.
Algo distinto sería que la citada escritora estuviera caminando por el pasillo de la redacción y, accidentalmente, el conductor se la hubiera encontrado.
En tal caso, debería haber dicho «Está junto a mí, casualmente, la autora de esta novela, que paseaba por la redacción» y añadir, quizás, «curiosamente, un domingo por la mañana, algo muy singular en una persona tan trasnochadora como ella».
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