Rodean a los hermanos saharauis con camiones y fusiles americanos y europeos. Un sitio dentro de otro. La voluntad no se puede sitiar. Muro dentro de muro, redundancia del cobarde. Los 20.000 de Gdeim Izik llenan otra página mundial de guerra sin cuartel y sin armas. La ONU los contempla y dice que esto es insostenible, que «alivien ya esta tensión». España gira el cuello; los españoles, no. Francia ni se digna mirar hacia abajo en el mapa. América no incordia, mojamed es títere amigo.
Un niño ha muerto. Lo enterraron a oscuras, sin un último beso de su madre.
Compañero al haber estado allí supongo que hace aún más duro este tipo de noticias. Pues eres capaz de imaginar lo ocurrido con todo detalle. La verdad que es una pena que esta situación siga prolongándose en el tiempo. Hace ya años que te conozco, se dice rápido, y supongo que allí nada habrá cambiado. Cuenta conmigo un año más en la manifestación en Madrid. Sé que no sirve de mucho pero es una forma de manifestar mi rechazo al status quo actual. Mañana llevaré el pin del Sahara que me trajiste en señal de duelo. Una pena, una vida. (100 palabras)
ResponderEliminarHermoso blog. Desde hoy te sigo.
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