Estas crónicas no tendrán precio, sólo longitud: con cien palabras iré al meollo, destripando lo que merezca
serlo y loando lo que deba ser elogiado, en mi modesto entender, salvo que se piense que opinar
es un acto inmodesto por la distancia o la altura que ha de ocuparse para afrontarlo...
miércoles, 13 de mayo de 2009
Fidelidad inalámbrica
«Gracias a la técnica, disfrutamos de una fidelidad inaudita, en su modalidad carente de cables, libre de ataduras, para enviar ficheros, recibir fotos, comunicarnos, relacionarnos, entre otras gozadas: en inglés, guaifi.
Al ser más moderna, seguro que supera a la de antes, que no sería tan elevada como su nombre pretendía, alta fidelidad, jaifi.»
Mi pobre silogismo (si p entonces q...) concluía insistiendo en que la falta de ligaduras era prueba de mayor fidelidad que su abundancia.
Así se lo expliqué varias veces, pero me abandonó por darle cobertura total ¡real! a una amiga recién agregada a mi red social.
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